Como nos gusta el verano. Para muchos es la estación favorita. Hay más horas de sol, llegan las vacaciones, podemos disfrutar de la playa y de la piscina, terrazas llenas de gente, helados y paseos bajo la luz de la luna… Pero el verano es sinónimo de calor y de altas temperaturas y más si nuestra jornada laboral se desarrolla bajo el sol, ya que estas condiciones climáticas pueden ser la causa de un accidente de trabajo.
Ropa laboral para el verano
Siempre que hablamos de accidentes laborales los asociamos a caídas, a quemaduras, a cortes… por lo que es necesario e imprescindible el uso de Equipos de Protección Individual (EPIS) para evitar y reducir riesgos.
Hay que equipar a los empleados con las protecciones necesarias:
- Oídos: reducir el nivel de decibelios
- Ojos: nos deben proteger de cualquier radiación, líquido o material que nos pueda dañar la vista.
- Respiratorios: para evitar que respiremos aires tóxicos.
- Parte superior del cuerpo (tronco, brazos y manos): evitar cortes.
- Parte inferior (piernas y calzado): protecciones para evitar o reducir riesgo de golpes o caídas.
Pero parece ser que casi siempre se obvia que las altas temperaturas también provocan accidentes laborales como golpes de calor, quemaduras, deshidratación… que suponen un peligro para los trabajadores.
Según las estadísticas, cada año se producen cientos de muertes relacionadas directamente con el calor, por lo que desde Herrami os recomendamos:
- Evitar o reducir las tareas más duras en las horas con mayor temperatura.
- Hidratarse continuamente.
- Descansar.
- Vestir ropa ligera y adecuada. Para combatir el calor y trabajar siguiendo las medidas de seguridad, puede que sea tentador vestirse con pantalones y chanclas. Nuestra recomendación es que busques ropa adecuada con tejidos ligeros que no den calor.
- Protege tu cabeza del sol con una gorra.
- Utilizar cremas de protección solar.
- Protege tu vista con gafas de sol que garanticen el nivel de protección que ofrecen.